miércoles, 2 de enero de 2008

Diseñando una campaña online III



En esta última entrega sobre cómo organizar una campaña exclusivamente online, enumeraremos las principales herramientas que pondremos en marcha y los medios para ganar visibilidad, siguiendo con el ejemplo de la campaña contra la traza de nuestras comunicaciones sin control judicial

  1. Diseño de herramientas
    Dividiremos las herramientas en dos bloques:
    1. Las necesarias para poder unirse individualmente a la campaña
      • se trata en primer lugar de informar, de hacer una pequeña selección de enlaces sobre qué es la traza y por qué afecta a la intimidad de las personas.
      • En segundo lugar de explicar de forma sencilla cómo enviar escritos on-line al Defensor del Pueblo paso a paso, dando un modelo de escrito sobre éste tema.
      • Y finalmente, abriremos un “censo”, un “contador” que nos permita ir sabiendo cuantas personas se han sumado ya a la campaña
    2. Las que permiten que la misma persona se convierta en un elemento activo para la extensión de la campaña
      • Banners: para que en sus blogs puedan incorporar de forma llamativa un enlace a la campaña. Es importante que los logos y demás lo sean de la campaña, no del grupo o del blog desde donde lo lancemos. Así favorecemos que otros nodos asuman la campaña como propia simplemente copiando y pegando los materiales en su blog o web, sin tener que darnos una sola referencia. Si de verdad queremos aquello por lo que decimos luchar no debería contrariarnos en absoluto que esto pasara, al contrario, no hay mejor síntoma de que una campaña distribuida se está haciendo bien.
      • Carteles PDF: con la definición de la campaña y sus elementos gráficos, pero también con tiras para arrancar en la parte inferior (como los anuncios de pisos) para que los que lo lean puedan guardar la dirección de la página de la campaña
      • Folletos y octavillas PDF: como en el caso de los carteles se trata de dar un modelo que la gente pueda imprimir, fotocopiar y distribuir en su entorno… o copiar con facilidad y personalizar de acuerdo con sus intereses para por ejemplo ponerle el logo de su colectivo de estudiantes, sindicato, asociación vecinal o club rolero.
  2. Visibilidad
    El primer elemento para obtener visibilidad ya lo tenemos: el propio contador y los banners para que los que se sumen los coloquen en su propio blog. No hay nada que genere más ánimo que ver la campaña crecer desde abajo. Sin embargo el propio crecimiento de la campaña puede incorporar “nodos grandes”, no está de más buscar elementos extra.

Intentaremos con algún gratuito universitario de tirada amplia (Generación XXI por ejemplo tira -literalmente- 100.000 ejemplares) que nos dejen publicar gratis un anuncio promocional.

Por otro lado, hay nodos en la red que están a caballo entre la propia red y la comunicación en broadcast, por ejemplo, Radiocable, la radio online fundada por Fernando Berlín, que tiene acuerdos con distintos medios masivos. El propio Fernando colabora con algunos de ellos. Enviarle un mail con un pequeño dossier y documentación puede convertirle en un nodo muy activo que abra terrenos y redes a la campaña.

En esta misma línea, hay que hacer un llamamiento para que quien pueda y se anime mande artículos de opinión y cartas al director a la prensa, especialmente la local, la más leída en nuestro país (y en casi todos). Dossieres como el que prepararemos para Fernando Berlín (básicamente un mail con enlaces y una explicación clara de la campaña), pueden ser enviados a columnistas regulares de medios locales de los que sabemos tienen una especial sensibilidad para estos temas, como Enrique Santos, quien dirige El Parche Digital de Avilés.

En una campaña “clásica” el centro “tiraría de base de datos” y organizaría un mailing bastante impersonal sobre este perfil de personas. En la red se trata de que sean los propios adherentes, los agentes activos de la campaña, los que “pasen” la información a sus contactos y conocidos cercanos. Seguro que hay muchos en situación de enviar artículos a la prensa local o hacer una intervención en la radio local.

Se trata de que cada nodo aporte a mejorar la visibilidad de la campaña, descubriendo que su agenda, sus contactos, su red social personal, al agregarse a la de los demás, forma un potente medio de comunicación y un formidable instrumento de acción política sin mediaciones frente a las instituciones. Se trata, como decía Joe Trippi, de redescubrir en estas campañas la potencia y el atractivo del invento social más revolucionario de la Historia humana. No, no es Internet. Es la democracia.

Textos para hacer/pensar, publicados en deugarte.com

jueves, 27 de diciembre de 2007

Diseñando una campaña online II

(Viene del post anterior) Tenemos que contar en una frase la noticia, en dos por qué el reglamento tiene que ser retirado o modificado. En cuatro cual sería el coste para cada uno de nosotros de que no lo fuera y en una última frase dar una sugerencia de acción. Un ejemplo podría ser:

Di no a la traza privada sin control judicial


El pasado 1 de junio se aprobó por Decreto Ley un reglamento permite que un agente, sin autorización ni tutela judicial pueda “trazar” todas tus comunicaciones electrónicas privadas.

La “traza privada” es el rastro que dejan tus comunicaciones electrónicas personales. Sabiendo quien te envía o recibe mails o peticiones de chat tuyos, cuando y desde dónde, se pueden aproximar tus afinidades políticas, sentimentales, sexuales, religiosas e incluso tus aspiraciones profesionales.

Se trata de información personal, de datos que describen tu intimidad, cuya captura y utilización debería estar garantizada por la tutela judicial. Sin que puedas impugnarlo, sin que un juez lo controle, probablemente sin que tú ni el juez podáis llegar a saberlo, información personal sensible, que merece la máxima protección, podría estar al acceso de personas cuyas buenas intenciones no tienes por qué presuponer. El que personas al servicio del estado puedan sin autorización judicial interceptar y procesar tus comunicaciones supone un enervamiento sin precedentes del derecho fundamental del secreto de las comunicaciones, garantizado en el apartado 3 del artículo 18 de la Constitución.

  1. Destinatarios de la acción

La “sugerencia de acción”, sobre todo en una campaña exclusivamente online, requiere sin embargo una reflexión previa y más profunda: ¿A quién mostraremos nuestro descontento, a quién trataremos de convencer con nuestros argumentos? ¿Qué pretendemos de la institución a la que nos dirijamos?

Esto es importante porque se trata de plantearnos siempre objetivos alcanzables. Pedir lo imposible sería una burla al esfuerzo de los que se movilicen y abriría el camino de la desmoralización posterior. Una campaña online de mails al Ministro del ramo por ejemplo difícilmente llevaría a la retirada del proyecto. Una oleada de mails al Tribunal Supremo (que actualmente tiene que estudiar la legalidad del Reglamento) tampoco debería influirle (y si le influye es que algo anda mal en nuestro poder judicial, lo que sería casi peor).

Por otro lado el reglamento ya está fuera del Parlamento, con lo que hacer lobby sobre los diputados enviándoles información y valoraciones expertas sobre las consecuencias de la ley, difícilmente daría resultados.

¿Qué nos queda? El Defensor del Pueblo, que además acepta escritos online. Nuestra campaña bien podría centrarse en interesar al Defensor del Pueblo en los problemas que para los derechos fundamentales supondría éste reglamento. Las acciones de los comunes en red se harían así complementarias a las institucionales de la Asociación de Internautas frente al Tribunal Supremo, basadas sobre todo en cuestiones formales.

En el siguiente paso construiremos las herramientas para que las personas puedan sumarse por si mismas a la acción: un escrito tipo, un buen “manual del proceso” de presentación de quejas en el Defensor del Pueblo y elementos gráficos para que inviten a otros a sumarse por su cuenta a la campaña.

Textos para hacer/pensar, publicados en deugarte.com

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Diseñando una campaña online I



Siguiendo la línea de los tres elementos de nuestro mantra del ciberactivista (discurso, herramientas, visibilidad) imaginemos ahora que queremos hacer algo cuyo desarrollo pueda llegar a convertirse en una campaña.

El pasado 1 de junio se aprobó un reglamento que permite a la policía, sin autorización judicial, trazar nuestras comunicaciones electrónicas. Empecemos a trabajar en el diseño de una campaña online a partir de este ejemplo.

  1. Documentación
    No basta con leer y tener la URI del reglamento en cuestión, hay que buscar todos los argumentos posibles.

En este caso los argumentos tienen tres niveles distintos:

    • El reglamento hace posible que sin autorización judicial se intercepten las comunicaciones personales
    • Haría falta una ley orgánica ya que regula un derecho fundamental, el del secreto de las comunicaciones
    • No se cumplió el procedimiento preceptivo de consultas

El primer argumento no es tal, sino un hecho: para saber remitentes, destinatarios y fechas de una comunicación hay que interceptarla, aunque no se acceda a su contenido. La cuestión, cuando leemos los otros dos, es que es previsible que los defensores del reglamento digan que en la medida en que para acceder a los contenidos de las comunicaciones se sigue manteniendo la tutela judicial, no se altera la regulación actual del derecho fundamental del secreto de las comunicaciones.

Es decir, la clave de esta campaña estará en demostrar y convencer de que la intimidad no sólo reside en qué cuentas en tus emails, tus chats o tus videoconferencias, sino también con quién y cuando las realizas. Es decir, que el derecho al secreto no es sólo al secreto del interior de las cartas, sino de la información que hay en los sobres, ya que como decía respecto a esta normativa Alejandro Rivero, lo que incorpora es que otorga a agentes sin autorización judicial

El derecho a tener una lista de todos los sobres (y respectivos remitentes) que llegan (y salen) a tu “buzon” electrónico asi como de todos los buzones que tienes

Por tanto tendremos que documentar también todo el potencial que el trazado y análisis de redes sociales ha tenido históricamente, tiene hoy en la práctica y puede llegar a tener en teoría.

Y claro, no podemos olvidar el documentar quienes hicieron el reglamento. Para eso nos iremos a la página web del Congreso y buscaremos (Organos>> Comisiones>> Comisión de Industria, Turismo y Comercio.

Discurso de campaña.
Después de analizar todos los argumentos en contra y empaparnos de las consecuencias prácticas del trazado de comunicaciones, nos toca lo más difícil: resumir en dos líneas por qué una persona normal debería movilizarse contra una norma que dice buscar su seguridad y su protección.

La importancia del trazado de comunicaciones todavía no es un debate público en nuestra sociedad. La mayoría de las personas piensan que su intimidad reside en la inviolabilidad del contenido de sus correos. Sin embargo, no es cierto, como hemos visto al documentarnos, las herramientas de análisis de redes sociales hacen el acceso al trazado – a quien escribió cada cual en cada momento como lectura de contenido: dime con quien hablas y te diré qué quieres.

Esto nos lleva a que, de entrada, articular un discurso se nos haga difícil. Vamos a dirigirnos a la gente para pedirles que reaccionen frente a algo que posiblemente no conozcan, pero que posiblemente si conocieran tampoco querría decir gran cosa para ellos. Tendremos poco tiempo y pocas oportunidades para convencerles, lo que quiere decir que tendremos que ser muy claros en todos nuestros mensajes, maximizar la transferencia de información.

Tendremos que conseguir que siendo cortos y claros, sean lo suficientemente matizados como para que no sean panfletarios ni proclamas del fin del mundo.

El mensaje apocalíptico es una falsa tentación. Si se hace bien puede alarmar lo suficiente a los demás como para que se impliquen. Pero y ¿si el proyecto legal al que nos enfrentemos sale finalmente adelante? Probablemente no viviremos de una forma evidente en un 1984 orwelliano al día siguiente de su puesta en aplicación. Pero las cosas serán más difíciles para las libertades que defendemos. Y nos hará falta más que nunca, crear opinión y movilizar gente. Si vendimos que la alternativa era retirada del proyecto o fin del mundo, indefectiblemente perderemos lo más valioso: el ánimo de los que participaron, su confianza en las perspectivas abiertas por sus propias acciones.

Tenemos que contar en una frase la noticia, en dos por qué el reglamento tiene que ser retirado o modificado. En cuatro cual sería el coste para cada uno de nosotros de que no lo fuera y en una última frase dar una sugerencia de acción. Un ejemplo podría ser:

Textos para hacer/pensar, publicados en deugarte.com

domingo, 23 de diciembre de 2007

Conflicto y estrategia en redes sociales distribuidas


¿Cómo enfrentar el poder desde Internet? ¿Cómo pasar de la declaración a la acción? ¿Es posible la estrategia en un mundo de redes distribuidas?

Tan revelador como las formas y los lenguajes de la “Primavera de las redes” fue la incapacidad del poder para entender a qué se estaban enfrentando. Al carecer de una estructura estrictamente jerárquica que supervise y comunique, las viejas organizaciones sienten que sus antagonistas son cada vez más inaprensibles. La clave de las redes distribuidas está en su identidad, en la existencia de un espíritu común que los netócratas modulan a través de mensajes públicos.

En realidad y aunque parezca paradójico, nunca la tecnología había sido tan instrumental, tan poco protagonista por si misma como en los nuevos conflictos. Como escribían, ya en los 90, Arquilla y Ronsfeld:

La revolución informacional está cambiando la forma en que la gente lucha a lo largo de todo el espectro del conflicto. Lo está haciendo fundamentalmente mediante la mejora de la potencia y capacidad de acción de pequeñas unidades, y favoreciendo la emergencia de formas reticulares de organización, doctrina y estrategia que hacen la vida cada vez más difícil a las grandes y jerárquicas formas tradicionales de organización. La tecnología importa sí, pero supeditada a la forma organizativa que se adopta o desarrolla. Hoy la forma emergente de organización es la red.

En este mundo reticular, con una multiplicidad de agentes que actúan autónomamente, coordinándose espontáneamente en la red, el conflicto es multicanal, se da simultáneamente en muchos frentes, emergiendo del aparente caos un orden espontáneo (el “swarming”) que resulta letal para los viejos elefantes organizativos. Esta coordinación no requiere en la mayoría de los casos ni siquiera una dirección consciente o una dirección centralizada. Al contrario, como señalaba el propio profesor Arquilla: la identidad de red, “la doctrina común es tan importante como la tecnología.

La misma guerra en la sociedad red, la netwar, es una guerra de corso, en la que pequeñas unidades “ya saben lo que tienen que hacer” y saben que tienen que comunicarse entre si no para preparar la acción sino sólo a consecuencia de ella y sobre todo, a través de ella. La definición de los sujetos en conflicto, lo implícito, es más importante en este tipo de enfrentamiento que lo explícito (los planes o estrategias basados en líneas causales acción-reacción).

El swarming es la forma del conflicto en la sociedad red, la forma en que el poder es controlado en el nuevo mundo y al tiempo la forma en que el nuevo mundo logra su traducción de lo virtual a lo material.

¿Cómo pues organizar acciones en un mundo de redes distribuidas? ¿Cómo se llega a un swarming civil? En primer lugar renunciando a organizar. Los movimientos surgen por autoagregación espontánea, así que planificar qué va a hacer quién cuando, no tiene ningún sentido, porque no sabremos el qué hasta que el quién haya actuado.

El ciberactivismo hoy se basa en desarrollar tres vías, unidas por un mantra mil veces escuchado en los movimientos de estos años: empowering people

  1. Discurso: El ciberactivismo con éxito tiene mucho de profecía autocumplida. Cuando se alcanza una masa crítica de gente que no sólo quiere sino que cree poder cambiar las cosas, el cambio se hace insoslayable.

Por eso los nuevos discursos revolucionarios parten del empowering people, de relatos de individuos o pequeños grupos con causa que transforman la realidad con voluntad, imaginación e ingenio… es decir, los nuevos discursos definen el activismo como una forma de hacking social.

Son los nuevos mitos y además en un sentido absolútamente postmoderno: no imponen una jerarquía de valores estricta, un juego de valores y un credo, al modelo de los socialistas utópicos o los randianos, sino que dan “rangos”, cauces de una cierta manera de mirar el mundo de un cierto estilo de vida que será el verdadero aglutinante de la red. Por eso toda esta épica discursiva lleva de suyo un fuerte componente identitario que facilita a su vez la comunicación entre pares desconocidos sin que sea necesaria la mediación de un “centro”, es decir asegura el carácter distribuido de la red y por tanto su robustez de conjunto.

  1. Herramientas: Es más importante el desarrollo de herramientas que hagan cláramente visible la posibilidad del hacking social a los individuos (como este mismo libro o Ciberia) que cualquier convocatoria que podamos armar. El ciberactivismo, como hijo de la cultura hacker, se reitera en el mito del hágaselo usted mismo, de la potencia del individuo para generar consensos y transmitir ideas en una red distribuida.

La idea es: desarrolla herramientas y déjalas a disposición pública. Ya habrá quién sepa qué hacer con ellas, las herramientas no son neutrales. Desde archivos descargables para hacer plantillas, volantes y camisetas, a software libre para hacer y federar blogs, pasando por manuales de resistencia civil no violenta con mil y un pequeños gestos cotidianos que propagar. Todo lo hemos visto en Servia primero y en Ucrania y Kiguizstan después. Y funciona

  1. Visibilidad: Las herramientas tienen que estar pensadas para que la gente, mediante pequeños gestos, pueda reconocerse en otros como ellos. La visibilidad del disenso, la ruptura de la pasividad es el culminación de la estrategia de empowering people.

La visibilidad es algo por lo que hay que luchar permanentemente. Primero en el online (valga una vez más el ejemplo de los agregadores) y luego en el offline. La visibilidad y por tanto la autoconfianza del número es la clave para alcanzar tipping points, momentos en los que se pasa la masa crítica y la información o las ideas se propagan exponencialmente.

De ahí la importancia simbólica y real de las mobs, manifestaciones espontáneas convocadas mediante pásalo, blog a blog como en Bielorusia o SMS a SMS como en Madrid o Manila.

Un ciberactivista es alguien que utiliza Internet y sobre todo la blogsfera para difundir un discurso y poner a disposición pública herramientas que devuelvan a las personas el poder y la visibilidad que hoy monopolizan las instituciones. Un ciberactivista es un enzima del proceso por el que la sociedad pasa de organizarse en redes jerárquicas descentralizadas a ordenarse en redes distribuidas básicamente igualitarias.

Textos para hacer/pensar, publicados en deugarte.com

viernes, 21 de diciembre de 2007

LOS BLOG COMO FORMA DE ORGANIZACION POLITICA



Y tras toda esta experiencia el blog debe ser visto, también, no sólo como un medio de comunicación distribuido, sino como una forma nueva de organización política que nace espontáneamente dentro de las redes de información distribuida y en la que los individuos viven y representan vidas no separadas, vidas donde lo político, lo laboral, lo personal no está categorizado y contingentado. Vidas en pack.

Esta forma nueva ha basado su éxito, partiendo de los modelos contemporáneos de la resistencia civil no violenta , en la difusión y demostración de un estilo de vida basado en el fortalecimiento, colectivo e individual, de las personas frente al poder. Fortalecimiento que pasa por pequeños gestos, por bromas, por carteles que son uno a uno insignificantes, pero que agregados minan los consensos implícitos que sostienen el poder. Risas, partidos de fútbol, murales, carteles y rock & roll son las herramientas, que transmitidas y elaboradas colectivamente en red, blogueadas cada día, cuajan en los núcleos activistas de las revos de colores, desde Servia a Ucrania.

El blog resume el carácter de red de estos movimientos revolucionarios. Si la web del nodo activista es un auténtico repositorio de metodos de lucha individual, de propuestas de carteles, eslóganes y pegatinas para descargar y, cómo no, de ecos de las convocatorias que cada grupo autónomo hacía en distintas ciudades, el espíritu, el motor, residía en los blogs y páginas de la propia gente que se unía a la red. Blogs que mezclaban, como no, el análisis político con el relato personal.

El resultado agregado genera la imagen de que los activistas servios, como luego en Ucrania, estaban agrupados más por un espíritu que por otra cosa, por un fondo de humor subversivo y Rock&Roll.

La imagen de las nuevas formas de organización se representa mejor con un agregador como Ciberia que con un portal de consignas al modo de los de los partidos: blogs personales, nodos asociativos, experimentos colectivos o individuales que se agrupan automáticamente en un foro que les permite compartir lectores y crecer juntos mientras crecen los debates y las propuestas. Una representación pluriárquica de unos activistas que se entienden a si mismos como netócratas y saben que pueden proponer y federar, no comandar ni encuadrar. Unos activistas que viven su acción y la representan en los blogs como un todo, con muchas dimensiones, no en un aburrido y limitado eje ideológico clásico.

Sustituyendo las graves asambleas por blogs, foros y enlaces, cambiando los mítines y las banderas por conciertos rockeros y carteles autoimpresos con lemas provocativos, la revolución se vive en primera persona como algo gozoso, creativo, divertido y pleno, prefigurando el modo de vida por el que se lucha y la libertad que se anhela en el estilo de vida que se describe. La gente adhiere a una manera de vivir, a una apuesta por la vida. Como decía haciendo balance el gran Srdja Popovic:

Ganamos porque amábamos más la vida. Decidimos amar la vida y no puedes golpear eso. Y eso es jústamente lo que Otpor hizo. Eramos un grupo de fans de la vida y por eso ganamos

El fondo, una vez más: el poder que nos da la red para crear(y demoler) mitos , para ganar el futuro contando historias. Porque la revolución, las nuevas libertades, son un cuento, un hermoso cuento de futuro, que se hace realidad cuando nos lo creemos, lo compartimos y empezamos a vivir, hoy ya, en él.

EL PODER DE LAS REDES

Por David de Ugarte.


jueves, 20 de diciembre de 2007

EL PODER DE LAS REDES

Que estamos en un tiempo de cambios y que esos cambios tienen que ver de alguna manera con las «redes sociales» es ya una idea común, extendida y repetida hasta el cansancio. Sin embargo, nadie parece tener muy claro qué son esas famosas redes y, sobre todo, qué tienen de nuevo. A fin de cuentas, si de las redes de que hablamos son las que forman las personas al relacionarse unas con otras, la sociedad siempre ha sido una red. Y si hablamos de movimientos de activistas también estuvieron siempre ahí, relacionándose unos con otros en una especie de universo hiperactivo y paralelo. Hay, sin embargo, dos elementos nuevos relacionados con esta cuestión que todo el mundo entiende intuitivamente. Por un lado, Internet y su consecuencia más directa: la eclosión de una nueva esfera de relación social que pone en contacto a millones de personas cada día. Por otro, la aparición en los últimos años de una amplia literatura sobre redes aplicada a todos los campos, desde la física o la biología hasta la economía, con toda su inevitable secuela de libros de divulgación, aplicaciones al marketing y juegos publicitarios.

Y luego hay toda una serie de movimientos que van desde la revolución hasta la protesta cívica, pasando por una nueva suerte de sofisticadas algaradas que nadie sabe clasificar muy bien y que llenan páginas en los periódicos. Saltaron a la luz pública cuando en el año 2001 una multitud tomó las calles de Manila para pedir la dimisión del presidente Estrada. Los medios destacaron entonces la ausencia de convocantes y cómo las organizaciones políticas y sindicales se vieron arrastradas a seguir a la gente en vez de dirigirla. Pero aquello estaba lejos de nuestra vieja Europa y tampoco le hicimos demasiado caso, tan sólo el suficiente como para que muchos de los miles de protagonistas de las movilizaciones del 13 de marzo de 2004 en España supieran hasta qué punto podían impulsar un cambio decisivo. Fue «la noche de los teléfonos móviles» y, aunque todavía se discute en qué medida pudo influir en el resultado electoral del día siguiente, nadie puede negar que supuso un momento de radical novedad en la historia española.

En un librito publicado en la red unos meses antes, el economista Juan Urrutia había vaticinado la inminencia de este tipo de movilizaciones y aportado las claves metodológicas para entenderlas. Las bautizó también como «ciberturbas». Un año y medio después, en noviembre de 2005, la policía francesa confesaba su impotencia para contener la revuelta de los arrabales aduciendo la velocidad a la que los revoltosos adquirían técnicas y experiencias de verdadera «guerrilla urbana». Algunos apuntan a la aparición de un nuevo y misterioso sujeto colectivo. Howard Rheingold lo llamó las «multitudes inteligentes». En este libro no nos acercaremos a ellas como si formaran parte de un mismo movimiento, con objetivos más o menos comunes, sino como síntomas de una nueva forma de organización y comunicación social que poco a poco va tomando fuerza y con la que se pueden defender ideas muy diferentes, cuando no opuestas. Movilizaciones informativas como las que condujeron al «macrobotellón» de la primavera de 2006 o el descrédito popular de Dan Brown en España entrarían también en este hit parade de ciberturbas que revelan que algo está cambiando.

Definir ese algo y cómo las personas normales podemos ganar con ello independencia y poder de comunicación es el objeto de este libro. Se divide en tres partes. La primera parte contiene una brevísima historia de cómo las redes sociales, el mapa de relaciones a través del cual se mueven las ideas y la información, han cambiado a lo largo del tiempo impulsadas por las distintas tecnologías de comunicación. La segunda parte se centra en los nuevos movimientos políticos, desde las Revoluciones de Colores en el Este de Europa hasta las ciberturbas en distintos lugares del mundo, para finalmente trazar los dos modelos fundamentales de ciberactivismo que llevan a la difusión masiva de nuevos mensajes desde la propia red. Y en la tercera parte se extraen conclusiones útiles para personas, empresas y colectivos de todo tipo sobre cómo comunicar socialmente en un mundo en red distribuido, un mundo en el que todos somos potencialmente ciberactivistas.

EL PODER DE LAS REDES

Por David de Ugarte-

NACE CIBERPATRIOTAS

Nace CIBERPATRIOTAS, un modesto blog de información sobre las nuevas tecnologías al servicio de la alternativa nacional en España.